Hay una serie de evidencias que hablan de la estrecha relación que existe entre las enfermedades y las emociones, estas evidencias han sido tan abrumantes y tan específicas que se sabe, ya exactamente, qué emoción interviene en cada padecimiento.
Lo primero que hay que saber es que la mente humana es sumamente compleja, pero predecible, de manera que tenemos una porción de nuestra mente que se comporta como un animal y otra parte que se comporta como ser racional.
La mente humana o cerebro nuevo, es donde se fabrican todas las creencias, interpretaciones y emociones provenientes de un aprendizaje previo desde la infancia, motivo por el cual cada acontecimiento que tiene una persona durante su vida a través de esa experiencia previa, le da una interpretación y con esto una emoción específica.
En cambio el cerebro más antiguo, o reptil, corresponde a la parte animal que todos tenemos dentro. Esta parte de la mente es más antigua y no tiene una interpretación racional de Los acontecimientos ya que solamente se limita a sentir en base a un instinto de supervivencia.
Sabiendo esto, es fácil saber que algunas enfermedades pueden estar haciendo ocasionadas o activadas por emociones racionales o irracionales.
Si actualmente te enfrentas a una enfermedad, puede ser que esa enfermedad la haya provocado un sentimiento racional o irracional.
Entonces si una persona desarrollo de enfermedad en un órgano específico que controla y responde al cerebro nuevo, sabemos que el psicoanálisis y trabajo de cambio de creencias en esta persona puede activar un proceso de auto sanación. En cambio una persona que desarrolle una enfermedad que afecta un órgano que lo controle el cerebro más antiguo que tenemos, por más tratamiento psicológico desde el punto de vista del psicoanálisis o del cambio de creencias no va responder a menos de que se realicen acciones que su animal interno interprete como una resolución del conflicto emocional en cuestión.
Un ejemplo muy sencillo de esto podría ser una madre, a la que le secuestraron un hijo y, al momento de que siente la separación, automáticamente la mujer comienza a tener una actividad mayor en los conductos productores de leche de su seno izquierdo activando un mecanismo muy arcaico de producción de leche, interpretando de su cría la necesita. Si esto no es resuelto, comienza a activar una serie de mecanismos que pueden proliferar en una tumoración y un cáncer. En este caso, por más psicoanálisis y cambios de interpretación de su realidad su animal interno sigue sintiendo la falta de su cría hasta que se la devuelven. En el momento de que su animal interior interpreta que fue devuelto su hijo, en ese momento el cuerpo inicia una serie de mecanismos de reparación viviendo un proceso de auto sanación.
Ahora si el tejido el cual está involucrado responde a la neo corteza y la parte racional del cerebro, es cuestión de hacer cambio de creencias en esta persona para que active emociones en la corteza y venga el proceso de auto sanación.
Por eso es fundamental saber que órgano es el que está involucrado y que tejido del órgano es el que está afectado para así podernos ayudar a interpretar la parte del cerebro controla esos emociones.
De ahí que el manejo de emociones, desde el punto de vista ya mencionado, es igual de importante que prescripción de fármacos y tratamientos médicos, ya que estamos hechos de cuerpo, mente y de espíritu. Cualquier abordaje terapéutico que excluya el manejo de las emociones de los pacientes enfermos, será una terapia incompleta y con alto riesgo.