Bucear o nadar un poco, son actividades que podrían afectar tu salud si el agua en donde te sumerges contiene cianotoxinas. Pero, ¿qué son las cianotoxinas y cómo afectan el cuerpo humano? Bajo estas líneas te lo explicaremos.
Además, te diremos cuáles son las vías de exposición más comunes, qué puedes hacer para evitar este tipo de toxinas, cuáles son los riesgos de estar contacto con las mismas y mucho más. ¡Sigue leyendo!
¿Qué son las cianotoxinas?
Una toxina es una sustancia tóxica producida por células vivas de animales, plantas, bacterias u otros organismos. En este caso, las cianotoxinas son un grupo de toxinas producidas por las células de las cianobacterias.
Las cianobacterias son un tipo de organismo que podemos encontrar en casi todos los lugares. No obstante, estas se desarrollan mayormente en aguas dulces, como lagos y océanos.
En condiciones normales la cantidad de cianobacterias existentes en el agua no representa un peligro para la salud. Sin embargo, en los últimos tiempos, la actividad humana ha contribuido con el enriquecimiento excesivo en nutrientes de algunos cuerpos de agua.
Es decir, algunas actividades del hombre han nutrido excesivamente el agua. Entonces, las cianobacterias aprovechan este exceso de nutrientes para reproducirse y proliferarse de forma descontrolada. Lo que, a su vez, satura las aguas con todo tipo de cianotoxinas.
Entre los tipos de toxinas producidas por las cianobatecrias, podemos encontrar los siguientes:
- Hepatotoxinas (sustancias que afecta el hígado)
- Neurotoxinas (sustancias neurológicamente dañinas)
- Toxinas dermatológicas (sustancias que afectan la piel)
- Toxinas gastrointestinales (sustancias que causan infecciones gastrointestinales)
- Entre otras
Las altas concentraciones de cianotoxinas en el agua representan un riesgo para los animales y las personas. Pero, ¿qué tan alto es el riesgo? ¿Cómo afectan las cianotoxinas al cuerpo humano? A continuación te lo explicamos.
¿Cómo afectan al cuerpo humano?
Desde hace más de un siglo, científicos en todas partes del mundo analizan los efectos de las cianotoxinas en el cuerpo humano. Incluso, también se estudian sus efectos en otros seres vivos como animales o plantas acuáticas.
Hasta ahora, el conocimiento del efecto de las cianotoxinas se ha obtenido a partir de estudios epidemiológicos y estudios toxicológicos.
Se ha determinado que algunos de los síntomas de intoxicación por cianotoxinas son:
- Alergias, erupciones cutáneas o inflamación en la piel.
- Náuseas, diarreas y vómitos (en caso de ingerir agua con cianotoxinas).
- Tos.
- Irritación de las vías nasales.
- Irritación ocular.
Exponerse de forma continua a estas toxinas o ingerirlas en gran cantidad puede traer consecuencias más severas. Por ejemplo, daño hepático acumulativo o daño neurológico, que pueden ir desde agudos hasta severos.
En la mayoría de los casos de intoxicación humana con cianotoxinas no ha habido mayores complicaciones. Esto se debe a que, por diversos factores, es casi imposible que una persona ingiera suficiente agua contaminada como para causar su muerte.
No obstante, las intoxicaciones en animales tienen antecedentes menos alentadores. Se han registrado numerosas muertes por consumo constante de agua contaminada con cianotoxinas en altas concentraciones.
Estudios relevantes sobre las cianotoxinas
Como cualquier otra amenaza para la salud humana, la intoxicación por cianotoxinas ha sido objeto de estudio en laboratorios. Este proceso es conocido como evaluación toxicológica.
Las microcistinas han protagonizado la mayoría de incidentes humanos y animales relacionados con cianotoxinas. Por ende, son las más usadas en estudios relacionados con cianotoxinas.
Luego de aplicar en animales dosis variadas de estas hepatotoxinas se lograron comprobar algunos puntos como los siguientes:
- La variante “Microcistina-LR” es la más tóxica.
- Las microcistinas no son destruidas por las enzimas estomacales; así que, al ingresar al cuerpo, una cantidad significativa de estas son absorbidas en el intestino.
- El daño hepático severo causado por la exposición aguda a microcistinas es caracterizado por una disrupción de la estructura celular del hígado.
- Otros órganos como los riñones, pulmones e intestinos pueden verse afectados por la acción de estas cianotoxinas.
- La administración oral repetida en ratones dio como resultado un aumento de la mortalidad, aumento de bronconeumonías y enfermedad hepática crónica.
- En otros estudios con animales, hubo evidencias de promoción tumoral. Lo que sugiere que las cianotoxinas podrían tener propiedades carcinógenas. Sin embargo, aún hay suficiente evidencia. Se requieren más estudios para comprobar esta teoría.
- De igual forma, investigaciones sugieren que las toxinas de Microcystis pueden causar daño al material genético de las células. Esto se debe a que podrían ser clastogénicas (inducen la interrupción o rotura de cromosomas).
¿Cuáles son las vías de exposición más comunes?
¡Ya sabes qué son las cianotoxinas y cómo afectan al cuerpo humano! Ahora, es momento de mostrarte cómo y cuándo estamos en contacto con estas. A continuación, te mostramos las vías de exposición más comunes.
- Recreación en ríos, playas o lagos
La principal vía de exposición es la recreacional. Es decir, ir a nadar, bucear o en busca de un balneario. Bastará con que estés en contacto con un florecimiento de cianobacterias para que las cianotoxinas tengan un efecto adverso en ti.
- Consumo de agua:
Cuando estamos nadando, es común que entre un poco de agua por la nariz o por la boca. Así que, recreándote también es posible que te expongas a la ingesta de cianotoxinas.
De igual forma, el agua de tubería de tu casa puede contener cianotoxinas si la fuente hídrica de donde se obtiene está repleta de cianobacterias. Y, además, no es tratada correctamente para eliminar estos agentes dañinos para la salud.
Esta posibilidad se ha reducido considerablemente en los últimos tiempos, debido a las regulaciones relacionadas con la descontaminación del agua potable.
Posiblemente te preguntes, ¿cómo saber si mi agua contiene cianobacterias? ¡La forma más sencilla es probándola! Estudios asocian al agua con sabor y olor a tierra, a la presencia de cianobacterias.
Sin embargo, según estos mismos estudios, puede que tu agua tenga cianobacterias y aun así no tenga sabor. Por ende, un análisis de tu agua es más confiable para determinar su tiene o no cianobacterias.
- Alimentación:
Si las plantas de consumo humano son regadas con agua contaminada, pueden pasar dos cosas. La primera es que las cianotoxinas detengan el desarrollo de la planta. La segunda es que la planta se desarrolle con cianobacterias en su superficie. Esto supone otra forma de exposición vía oral.
- Exposición ocupacional:
Ampliamente relacionado con el punto anterior, la exposición ocupacional se da en las siembras. Ocurre cuando el agua utilizada para la irrigación de los cultivos proviene de alguna fuente contaminada.
Esta agua tóxica puede ser enviada al ambiente utilizando dispersores. De esta forma, trabajadores y transeúntes podrían exponerse a toxinas cianobacterinas. A través del contacto con la piel o por inhalación, las personas podrían intoxicarse.
- Diálisis:
El agua de uso médico debe ser tratada con gran meticulosidad. De lo contrario, se corre el riesgo de exponer a los pacientes a cianotoxinas de forma intravenosa. Esto en caso de utilizar soluciones contaminadas en el tratamiento de estos pacientes.
Existen antecedentes en los que durante la diálisis de algunos pacientes, se utilizó agua con altas concentraciones de cianotoxinas. Lo que dio como resultado una catástrofe.
¿Cómo evitar las cianotoxinas?
¡No todas son malas noticias! Si has llegado hasta aquí, probablemente te estés preguntando si existen algunas medidas preventivas contra estas toxinas. ¡Por supuesto que las hay! A continuación te explicamos cómo evitar las cianotoxinas.
- ¡No te bañes en cualquier agua!
La primera buena noticia es que a simple vista se puede distinguir cuándo el agua de un río, playa o lago está repleta de cianobacterias. Esto es así porque las cianobacterias tienen un característico color verdeazulado. Cuando hay pocas casi no se distinguen; pero cuando hay gran floración de estas, se puede observar este color verdeazulado en la superficie del agua.
Asimismo, la abundancia de estas bacterias se puede reconocer gracias a que producen espuma en la superficie del agua. Por esto, cuando vayas a nadar o bucear, observa cuidadosamente en dónde te sumergirás.
- Coloca un filtro especializado en tu hogar
Si no te fías del tratado que le dan a tu agua, puedes complementarlo con un filtro para eliminar cianotoxinas. Para eliminar esta impurezas del agua, se utilizan oxidantes como el ozono. Incluso, existen servicios que van hasta tu casa y analizan el agua para determinar qué toxinas contiene. De esta forma, crean un filtro único que deja tu agua lo más pura posible.
Cabe destacar que la clásica técnica de hervir el agua no sirve para eliminar la cianotoxinas. Esto se debe a que resisten temperaturas 120 grados centígrados. Para hervir tu agua tan solo necesitas 100 grados.
¡Crea conciencia sobre las cianotoxinas!
Ahora que sabes qué son las cianotoxinas y cómo afectan al cuerpo humano, no dejes de compartir esta información con el mundo. De esta forma, ayudarás a que los demás tomen conciencia del peligro de utilizar cualquier agua con fines recreacionales, regar sembradíos con cualquier agua o, peor aún, consumir cualquier agua.